Algunos aspectos negativos que aparecen en la compra de un inmueble, cuando ya se hizo la operación es la comprobación de asuntos que tienen que ver con la convivencia diaria. Cuando ya se está viviendo en la propiedad.

La movilidad del mercado en Internet ha colocado un valor interesante en la posibilidad de comparar inmuebles, de explorar zonas, de hecho, también ha venido a mostrarnos su mejor perfil la ayuda que el Google ofrece, con su producto StreetView que permite dar un paseo virtual, cómodo, en la zona que queremos indagar.

La virtualidad ha mostrado su mejor perfil a la hora de investigar una zona, ubicación respecto al entorno, cercanías con transportes adecuados, centros comerciales, centro de entretenimiento, establecimientos educacionales.

Se tiene una buena perspectiva de valores globales, precios, y confianza en la inmobiliaria que realiza la operación, cuando ya se ha llegado al aspecto de la confianza.

Solo estas dos características, el ruido y los olores, nos quedan en el tintero.

Hasta que no se invente el modo de oler, a través de la computadora, tecnología en marcha pero a la que le falta un poco para ser masiva, el mejor método es visitar el lugar, y tener confianza en las inmobiliarias que protegen la calidad del cliente y advierten aspectos que de primera impresión es invisible.

El ruido, es un aspecto que se ha solucionado llevando las expectativas de vivienda a sitios en los que la solución de vivienda es otra, como la de barrios privados, en los que la naturaleza es el principal actor.

En esa dirección, la tecnología también ayuda, puesto que se ha investigado la capacidad de las plantas y árboles para no sólo rechazar -reflectar- ruido sino también su capacidad de absorberlo.

Con el control y ubicación de los espacios verdes, la capacidad del entorno de preservar los espacios de ruido es la mejor de las situaciones, aunque hay materiales de construcción que persiguen el mismo propósito, desde el punto de vista del costo y calidad de vida, siempre es mejor confiar en la naturaleza.

El olor es el otro aspecto complicado, sobre todo cuando se está cerca de centros comerciales, en la zona Sur, nos comentan desde las inmobiliarias que comercializan la zona, es requisito fundamental la limpieza y el control de la evacuación de residuos.

La zona, presenta además un plus con su propia fauna autóctona en el control de ambos, ruidos y olores, sobre todo cuando en el sitio abundan las Casuarinas, un árbol propicio que su sola presencia es sinónimo de ambiente saneado.

Hay evidencias más sutiles respecto al ruido, y es el hecho de que suele provocar vibraciones que afectan a las fachadas, por lo que casa en mal estado de conservación es un indicio de problemas con ruidos molestos, probablemente el que proviene de transporte o de centros educativos demasiado cercanos.

Grietas en la fachada del inmueble pueden ser una señal de este tipo, aunque por dentro se vea en buen estado.

Otro aspecto menos evidente es el estado de los goznes de las puertas, que suelen afectarse por la vibración del ruido, hay que prestar atención a si se encuentran descentrados, a veces no es mala calidad, sino tener que soportar ruidos persistentes.

También es recomendable visitar el inmueble más de una vez, sobre todo en horas pico. La mayoría de las personas que visitan viviendas es justo la hora que prefieren evitar, pero es la mejor hora para comprobar la incidencia del ruido vehicular.

Los olores serán especialmente importantes si hay comercio gastronómico cerca, por más limpio que parezca, hacia algún lugar se desplaza el humo y olores.

Escuchar y oler son dos de los aspectos que se escapan cuando se visitan sitios en internet, por lo que hablar abiertamente de ambos, con el agente inmobiliario de confianza es un requisito imprescindible para no arrepentirse luego, cuando ya estamos viviendo en el inmueble suele ser un factor de arrepentimiento tardío que sólo se soluciona volviendo a mudarse.